5/28/2010

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Hoy, un invitado, él amablemente nos ha concedido el permiso de exponer su texto escrito en mayo del año anterior, en medio de la crisis que actualmente vive el América, sigue  vigente para los americanos corazones.


LAS AVENTURAS DE DON DIABLO.



Por Johnnie Walker.


Amado desde tiempos inmemoriales, Don Diablo arribó con júbilo al Valle a impulsar las almas de la escuadra roja. La ilusión de saborear dos subcampeonatos, el del 60 y 69, se acumuló en los deseos de Don Diablo y en la memoria de las generaciones transitorias…muchos de ellos murieron anhelando la vuelta gloriosa, más el amor se mantuvo floreciente hasta llegar a una noche de eternizada alegría de diciembre de 1979, cuando la ciudad y Don Diablo estallaron en un orgasmo popular, palpitante y reprimido durante 31 años de fútbol profesional… desde esa noche la alegría se ha eternizado 13 veces en los moldes infinitos del alma, y el amor que se lleva a pasear por la calle, florece revitalizándose con cada proeza, la de una épica que otros equipos no pueden contar.


Este balance se le presenta a nuestro miembro honorario y patrocinador oficial:
Salve Don Diablo… fieles, heroicos y altaneros, dejamos en cada grito y cada canto, el más puro amor para nuestra AMÉRICA ETERNA, ese amor que ni la muerte se lo lleva…

Río rojo invadiendo las calles, corazón que crepita en Sur.

Vamos a poner el orden de las cosas y las cosas en orden. Decir con orgullo que América es el equipo más productivo de las últimas tres décadas de nuestro fútbol nacional no es un eufemismo, ni tampoco una pretensión eufórica de hincha obnubilado por la pasión, es realidad sustentada con números y campeonatos ganados, es también una historia con muchas anécdotas, donde Don Diablo y el América sintieron el rigor y la persecución de las instituciones religiosas del poder.

La década de los 80´s arrojó campañas exitosas con una de las mejores nóminas del fútbol nacional: un pentacampeonato inolvidable, tres finales continentales consecutivas. Sin embargo el imaginario del fútbol colombiano ha querido reducir estos logros a una incidencia directa del narcotráfico en la institución, cuando el tiempo y la realidad han demostrado que no sólo en América se establecían por esos días alianzas con carteles de la droga. Y que los otros equipos untados del dinero clandestino, se regulaban maliciosamente ante la administración pública obteniendo su carnet de redención. Aunque suene a disculpa atemporal este argumento consolador, este artículo no trata de exponer las dinámicas oscuras del mercado del fútbol, sino de evidenciar la campaña del América y las vueltas de Don Diablo en casi tres décadas de fútbol colombiano, porque sin ningún atisbo de arrogancia, argumentos en la modernidad es lo que tenemos..

Mientras en las atmósferas del poder institucional se instalaban en la mitad de la década de los 90´s las conspiraciones y las persecuciones en complicidad con los gringos para acorralar a Don Diablo y sus protegidos, América entrega a sus devotos seguidores tres títulos nacionales y una final continental. Se empezaba a vislumbrar la sombra de estar inmersos en la lista Clinton. El nuevo milenio se afronta con crisis y se logra ante el acoso de los sabuesos oficiales, un tricampeonato memorable con un equipo soportado en las divisiones inferiores. Caso único en la historia del fútbol profesional colombiano.

Los triunfos logrados en esta difícil etapa donde no se contó con el flujo de chequeras dudosas y donde le cerraron a Don Diablo las posibilidades administrativas y económicas para sostenerse en el mercado, marcaron el camino a seguir. Aquí empezó una historia que merece ser expuesta, una historia contra todos los pronósticos, una historia donde nos refugiamos en el tridente para resistir y aguantar los embates del imperio. Desde el último título en 2002, la hinchada experimentó en seis años y doce torneos, la ansiedad por materializar una estrella en los tiempos más agobiantes de nuestra historia como institución.

Para nadie es un secreto las audacias del equipo a lo largo del milenio. Sin patrocinio corporativo, con los pagos de nómina represados, con las cuentas congeladas, con la incertidumbre latente de la disolución de la plantilla oficial, con la resaca de no haber logrado el título en la final del primer semestre del 2008, América y Don diablo seguían sin distraerse en la ruta de la victoria haciendo cada vez más palpable a medida que avanzaban las fechas del campeonato, la mítica alianza de tallarlo en nuestros corazones y camiseta para exorcizar los trucos del imperio y los rivales de turno.

Cuando los medios exaltaban las victorias de oponentes y se opacaba con disimulo una campaña sin mancha, cuando un arbitro se inventó un penalti con cinismo perverso, cuando estábamos tan solos que no nos teníamos si no a nosotros mismos en las graderías, percibíamos también la magia y una esperanza arrolladora que nunca claudicó en este impulso por consagrar en una de las campañas más hermosas, la memoria de nuestro ilustre mentor vinculado a LA PASIÓN DE UN PUEBLO desde tiempos inmemoriales…

La fantasía de un equipo rápido, seguro y vertiginoso que avanzaba hacía el arco rival como flecha endiablada alentada por su tribuna, hechizó las triquiñuelas y deseos de los poderosos con un experimento táctico donde la plástica y la física renovaron las ambiciones por instalar un modelo de fútbol ofensivo y vertical, moderno y explosivo.

El 21 de diciembre de 2008 será de las diabluras más recordadas y queridas. América ganó contra todo y contra todos. La actitud, el ímpetu y el hambre de gloria del cuerpo técnico y jugadores, fueron las directrices a seguir para anteponerse a lo extrafutbolístico con una de las nóminas menos costosas del torneo, pero sin duda la más vanguardista y competitiva. Coronándose Campeón 2008, e insertándose en lo más selecto del historial del fútbol colombiano, América no sólo logró el título, sino la condición de ser el más laureado, o al menos el de mayor rendimiento en las estadísticas de las últimas tres décadas. La tan anhelada estrella 13 llegaba con un sabor especial, el de una venganza fría y lapidaria para los oficialistas, los escépticos y los amargos.

Para graficar mi exposición, ahí van algunas cálculos. Tomando en cuenta los números de América y el rendimiento de otros equipos en los últimos treinta años, nos encontramos con el siguiente dato:

América: 13 títulos en 33 torneos, rendimiento del 39.4% en un lapso de 29 años, a todo señor todo honor.

Nacional 7 títulos en 33 torneos, rendimiento del 21.2%, los doblamos en promedio, los títulos no se compran, se arman buenas divisas.

Cali 3 títulos en 33 torneos, rendimiento del 9.0 %, más club que equipo. Y de los socios qué ?…

Millonarios 1 título en 33 torneos, con un paupérrimo rendimiento del 3.0 %, sigan en el dorado, se acuerdan del señor de Pacho? -

Aquí van otras perlas: 5 subcampeonatos nacionales. Su participación internacional incluye entre otras, 9 semifinales de Copa Libertadores, de ellas disputó 4 finales. Esta regularidad lo ubica como el 1er equipo colombiano en el historial del ranking oficial de la Copa Libertadores, ocupando la 7 posición a nivel continental. Además de ser el único equipo colombiano en la historia en ubicarse segundo, según la clasificación entregada por la FIFA en el ranking mundial de clubes de 1996.

Señor Don Diablo, de ti hemos aprendido los dones de la inmortalidad. La alegría nos pertenece y nos pertenecerá eternizada, porque contigo hemos aprendido a amar la resistencia, la disidencia y la persistencia… Aguante la Copa Libertadores.

Agradecimientos a Hugo Peludo por nutrirme de información calculada para la realización de esta fábula en rojo.

 

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